Esta mañana decidimos aprovechar que no teníamos colegio para enfocarnos en otro
aspecto importante a la hora de crear un posible videojuego: la animación de
personajes.

Para comenzar, escogimos un par de personajes sencillos y nos pusimos manos a la
obra.

Empezamos a conocer un poco como funciona Spriter, un interesante programa de
animación para el desarrollo de juegos 2D.

Comenzamos colocando las partes del cuerpo de un robot y a ordenarlas teniendo muy
en cuenta la perspectiva. Después de esto aprendimos a crear los huesos que nos
permitirán animar su movimiento (¡Crear huesos a un robot!), y sobre todo asociar cada
hueso a cada parte del cuerpo para evitar posibles luxaciones del personaje.
Una vez conseguido, comenzamos con la parte que más disfrutamos, animando a
nuestro personaje y cambiando la velocidad y los movimientos; hasta realizar
animaciones casi imposibles como estas:

Tras hacernos casi expertos en la animación de personajes decidimos ir un paso más
allá. ¿Y si nos animamos a nosotros mismos? y nos pusimos manos a la obra.
Aprendimos cómo editar fotografías para poder hacer imágenes de cada una de
nuestras partes del cuerpo de manera que luego las pudiésemos usar en Spriter. Fue
toda una hazaña.

Y tras unas horas..y poner en práctica todo lo aprendido, los resultados fueron
estupendos.

 

 

Seguro que repetimos.